Tres cuentos para Ita fue el título de la primera novela de José Luis Temes, publicada en 2010 por Ediciones Línea (Madrid).

En este Blog recogemos las opiniones que los lectores han ido enviando con sus impresiones. El Blog ha estado activo hasta finales de 2011, aunque el libro sigue a la venta en las principales librerías de España.

Desde 2012 está abierto el Blog del nuevo libro de José Luis Temes:
Al pisar tu jardín,
igualmente publicado por Ediciones Línea.

LOS LECTORES CUENTAN

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lunes, 7 de junio de 2010

Estimado maestro Temes: Comencé leyendo el libro simplemente porque he seguido muchos de sus conciertos y asistido a muchas de sus conferencias, pero no me lo imaginaba a usted escribiendo una novela. Pero conforme me fui metiendo en ella, comprobé que al fin encontraba escrito aquello que durante mis ya muchos años había sido mi pensamiento más oculto: ¿por qué la Humanidad se empeña en crucificar cualquier amor que pueda surgir paralelamente a nuestro matrimonio (bueno, o noviazgo, o lo que los jóvenes quieran llamarlo ahora)?

Si usted me viera hoy, hecha ya casi una viejecita, escribiendo sobre los hombres… Pero yo también fui joven, y luego menos joven. He tenido dos grandes amores en mi vida (dos parejas, como ahora se dice) y los dos quisieron hacer de mí su marioneta. Quizá no lo hicieron con mala intención. Yo sólo les pedí un poquito de libertad, a lo que ningún hombre de orgullo varonil está dispuesto. En el fondo todos los hombres llevan un Otello en su DNI. Y he sido muy infeliz porque ambos me dejaron y ambos prefirieron arruinar mi vida antes que permitirme un tanto así de libertad.

Por eso su libro me ha conmovido. Para quienes nos hacían creer que éramos unas libertinas, o cosas peores, encontrar un alma gemela como usted nos hace recuperar la autoestima. Casi le diría que su libro me ha ayudado a encontrar la paz.

Sé que no puedo pedírselo y que es usted un director de orquesta de fama y estará muy ocupado, pero si quisiera usted hacer feliz a una viejecita, le aseguro que se ganaría el cielo si me pudiera dedicar un cuarto de hora de su vida y pudiéramos quedaros citados un cuarto de hora. Me encantaría conocerle personalmente y estrechar la mano de alguien a quien he aplaudido tantas veces al frente de las orquestas. (…)

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