Cada vez que he tenido tu libro entre mis manos me ha contagiado de emotividad y entusiasmo. Y eso que no comparto tu visión de las relaciones sentimentales. Pero está claro que sí hay un mundo universal que todos compartimos en mayor o menor medida: el sentimental o emocional.
Todos podemos apreciar a través de tu narración la sensibilidad con que captas cada situación; o la imaginación que, como supera la media con creces, hace que puedas ir regalando a los demás otras formas de entender la vida que no tienen por qué ser las mismas de siempre; y por supuesto tu gran sentido del humor, con el que nos acercas tanto a ti, que acabamos sintiéndonos cómplices del José Luis protagonista... Pero sin caer en la pena o la compasión. ¡Genial!
(M. R. Madrid)