Tres cuentos para Ita fue el título de la primera novela de José Luis Temes, publicada en 2010 por Ediciones Línea (Madrid).

En este Blog recogemos las opiniones que los lectores han ido enviando con sus impresiones. El Blog ha estado activo hasta finales de 2011, aunque el libro sigue a la venta en las principales librerías de España.

Desde 2012 está abierto el Blog del nuevo libro de José Luis Temes:
Al pisar tu jardín,
igualmente publicado por Ediciones Línea.

LOS LECTORES CUENTAN

Puedes publicar tu comentario en este blog o enviarlo a trescuentosparaita@hotmail.com. Si nos envías un imeil, indícanos si deseas que tu comentario aparezca con tu nombre, con tus iniciales o anónimo.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Lo que me ha encantado no es lo que cuenta el libro (que podrá gustar a unos lectores más y a otros menos), sino lo que no cuenta, lo que queda a la libertad de la comprensión del lector inteligente. (…) Ahí sí que este libro es un chorro de aire fresco.

Trévedes. Málaga.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Un corazón tan grande como el del autor

Lo acabo de terminar. Un libro bello, bellísimo. Un libro que es mucho más que un libro. Pero claro, sólo para quien lo lea con un corazón tan grade como el que el autor nos muestra. (…) Si no, estos cuentos no pasarán de ser tres historias románticas, como tantos seriales televisivos.

Lectora asturiana

Ni para Ita,... son cuentos para mi

Ni para Ita, como pretende el título, ni para Alejandra Goded, ni para el sabio Macaya, ni para Rosa, ni para Vero, ni para Chema: estos tres cuentos son tres cartas de amor al corazón de cada uno de nosotros, sus lectores. Al menos yo, cuando he terminado la última línea, he tenido el convencimiento de que el autor me había escrito a mí estos cuentos, porque ahí están mis convencionalismos, mis represiones, mis cinismos, mis armarios, mis miradas hacia otra parte, y también mis ilusiones y mis utopías. Estoy seguro que esto le ha sucedido a gran número de lectores (…).

Gerardo. Madrid

domingo, 5 de diciembre de 2010

Amor a pecho descubierto

Este libro es un descubrimiento que nos ha llevado a través de los senderos del amor más puro e incondicional. Un juvenil viaje en el que los corazones del autor -el físico y el emocional- consiguen conmocionarnos, intrigarnos, conmovernos y emocionarnos a partes iguales. Sólo queda agradecer al autor que ponga sus corazones ante nosotros con una valentía sólo digna de los que aman a pecho descubierto.


Israel López

sábado, 4 de diciembre de 2010

Tengo ganas de abrazar

No sé que me pasa que desde que terminé este libro, tengo ganas de abrazar a cualquier ser humano con el que coincido en el ascensor o que me deja el paso en una puerta. Me da lo mismo que sea hombre o mujer… pero me encantaría decirle que cuente conmigo. ¿será grave?


P. M. Granada

viernes, 3 de diciembre de 2010

Una valiente sonrisa a la vida

El libro es sobre todo una sonrisa a la vida, sin miedo, “sin cutreces”, como el tal José Luis le dice a la tal Verónica en el restaurante. Anteponiendo el amor a cualquier convencionalismo. Y por supuesto, integrando la relación sexual como forma normal de trato. ¡Lo dicho: una valiente sonrisa a la vida!



Platón. Desde Asturias

jueves, 2 de diciembre de 2010

Prendada del libro

Desconocía a este autor. Me regaló el libro un amigo muy amante de la música, disciplina en la que el sr. Temes es una figura. He quedado prendada del libro y del autor, y eso que si la edad que indica el libro es la cierta, yo casi podría ser su madre. ¡qué pena cuando se nos acaba el libro! ¡Seguiría leyendo a Temes horas y horas! (…)


Díganle en la editorial que nos escriba más cosas, nos da lo mismo que se las cuente a Ita, a Vero, a sus hijos, al sabio Macaya, a Alejandra Goded (¡qué envidia que le dediquen a uno un libro así!), a Rebeca Arriero o al portero de su casa… pero que nos cuente más historias de esas que nos demuestran que el cielo puede estar a la vuelta de una esquina.

UNA LECTORA. MADRID

miércoles, 1 de diciembre de 2010

UN MUNDO QUE DESCONOCÍA

Cuando esta estupenda obra cayó en mis manos comencé a leerla como quien empieza un libro cualquiera. Sin embargo, la pluma de José Luis Temes me hizo adentrarme, de una manera cada vez más compulsiva, en un mundo que desconocía... el del amor puro...
Tania P. (Asturias)

domingo, 17 de octubre de 2010

Para mi desgracia, veo que otros “blogueros” han derrochado ya los mayores calificativos que caben hacia estos tres deliciosos cuentos. Me sumo a todos ellos. ¡¡ 340 páginas de ternura !!

Pero aun diré algo más: lo que hace grande este libro, aparentemente ingenuo, es la unión indisoluble que plantea el autor entre amistad, amor, sexualidad y generosidad sin límites. ¡¡Insisto: sin límites!!

Obsérvese que no hay una sola línea en defensa propiamente de la libertad en la pareja: la defensa es de la relación sexual como consustancial a la generosidad de amar; desde ahí, el enriquecimiento de cualquier pareja por otras relaciones externas es la cosa más lógica, más sencilla y más bella del mundo. El tercer cuento nos demuestra, además, que el amor sin fronteras es algo tan sencillo como el sueño de un niño. El sueño que planea por todos los personajes de este libro inolvidable. ¡La “utopía realizable” por la que merece la pena vivir! ¡Bravísimo, maestro!

(M. A - Barcelona)
“En Literatura pedimos distinción, encanto, belleza y fuerza imaginativa” (Oscar Wilde)

En Tres cuentos para Ita José Luis Temes ha alcanzado estos objetivos con magnífico esplendor. ¡Todas mis felicitaciones!

(Gabriella de Esteban. Madrid)

martes, 12 de octubre de 2010

Me regalaron el libro mis hijos “para que me rejuveneciera un poquito”, según me dijeron. Bueno pues después de leerlo creo que los que deberían rejuvenecerse un poquito son ellos, ja, ja.

En efecto, el autor demuestra ser mucho más joven que la mayor parte de veinteañer@s de hoy día, una generación a la que el paro y la búsqueda de la estabilidad sin ambición han marcado tan negativamente. Aunque también creo que no son ellos quienes tienen la culpa…

El libro es un alarde de sentido del humor y de sentido del amor. Humanismo grande, grandísimo, bajo unos personajes que aparentan ir “de coleguillas”. Ya dice el refrán que “cuando se es joven de verdad se es joven para siempre”

¡Un inolvidable viaje al amor más auténtico! A la lealtad sin nada a cambio, como bien se dice en la carátula. ¡Más libros de este autor, por favor…!

Paula Delgado (Barcelona)
Un bonita historia, pero le pierde ser excesivamente utópica. Preciosa la selección de textos de Aute, del que siempre fui un devoto. Pero les recuerdo otro, que parecería que nuestro Luis Eduardo compuso en honor del autor de este libro:

Sé de un sabio que aún espera / que de noche salga el sol
y de día, la luna; que el Azar no juegue a Dios / ni a la diosa Fortuna; / que la piedra sea una flor / y no un mármol la cuna.

Sé de un sabio que aún espera / que el desierto se haga mar
y la hoguera, cascada; / que en el bien no venza el mal / ni en el beso, la espada.

(Almaviva. Madrid)

lunes, 11 de octubre de 2010

(…) No veo que nadie en este blog haya señalado en este libro dos vínculos cinematográficos que yo veo clarísimos, especialmente en el tercer cuento: a las películas más tiernas de Tim Burton y a la inolvidable cinta El mago de Oz.

(I. V. Madrid)

(…) La historia de fondo me parece un mero pretexto, incluso creo que es un poco simplona. Lo genial es la lección del autor para trascender la cotidianidad hacia el más bello humanismo. ¡ES NECESARIA MUCHA FANTASÍA PARA SOBRELLEVAR LA REALIDAD!.
Estoy de acuerdo con una comunicante de este blog que nos dice que todas las mujeres hemos sido a veces Raquel y a veces sus víctimas. Si un día pudiera tomar café con el protagonista le recomendaría que no se preocupara demasiado: no ha habido un solo gran personaje de la historia que no se haya ganado el desdén o la enemistad de alguien! En este caso, y en este Gran Teatro del Mundo de que nos hablaba Calderón [Tirso de Molina], le ha tocado ese papel a Raquel. Bueno…, hubiera podido ser cualquiera otra.  


Yo tuve también mi Raquel. Se marchó sin un mínimo adiós, cuando más felices éramos. Durante años soñé cada día con el reencuentro, con lo que nuestro autor llama “quinta luna”. Y en efecto, volvió… varios años después. Me pidió perdón…, pero yo había sufrido ya tanto, tanto, tanto, que no me quedaban ya lágrimas (…).

(M.C. Madrid)

miércoles, 29 de septiembre de 2010

El libro me ha gustado mucho, pero ya que todo el mundo cuenta aquí sólo sus virtudes voy a dejar yo lo que considero su defecto: que todo es demasiado bonito, demasiado ideal, y por eso me termina resultando un poco almibarado; no sé, ceo que el que todo el mundo sea demasiado bueno lo hace un poco recargado, casi de la factoría Disney…. (…)

(“Copérnico”. Asturias)
Se dice en este blog que la editorial quiere respetar la vida privada de las personas. Me parece muy bien pero ¿de veras puede haber alguien que se vea intimidado por aparecer en este libro, delicioso desde la primera página hasta la última? (…) me intriga si existe Alejandra Goded, a quien los lectores sólo podemos hacer objeto de nuestra admiración y, por supuesto, de nuestra sana envidia (…).

(Susana P. Madrid)

martes, 28 de septiembre de 2010

Cada vez que he tenido tu libro entre mis manos me ha contagiado de emotividad y entusiasmo. Y eso que no comparto tu visión de las relaciones sentimentales. Pero está claro que sí hay un mundo universal que todos compartimos en mayor o menor medida: el sentimental o emocional.

Todos podemos apreciar a través de tu narración la sensibilidad con que captas cada situación; o la imaginación que, como supera la media con creces, hace que puedas ir regalando a los demás otras formas de entender la vida que no tienen por qué ser las mismas de siempre; y por supuesto tu gran sentido del humor, con el que nos acercas tanto a ti, que acabamos sintiéndonos cómplices del José Luis protagonista... Pero sin caer en la pena o la compasión. ¡Genial!

(M. R. Madrid)

Su lectura me producido sensaciones muy curiosas. La primera y más simpática ha sido que en todo momento escuchaba tu voz narrándome los acontecimientos. Era extraño, pero no podía evitar verte y oírte. Era como si cada noche viajaras a casa, te sentaras a mi lado en el sofá, y me contaras los cuentos personalmente. (…)

Me lo he pasado genial leyéndolo. Es ameno, sencillo y directo en su textura. Agradable de leer. Muestras un mundo hipotético, pero que muchos quisiéramos que fuera absolutamente real.

(Antonio D.)
Humor y amor… risas y lágrimas… ficción y no ficción, ternura and self-deprecation, lenguaje tradicional y mores contemporáneas… situaciones imposibles y situaciones muy reales. Quien lo ha leído lo sabe, y quien no, lo descubrirá: Tres cuentos para Ita no tiene otro libro igual.

(Amalia Sancha. Seattle [EEUU])


Maravillada y atrapada por la lectura de Tres cuentos para Ita. ¡Gracias por hacerme sentir viva!

(Cristina Llorens. Córdoba)

martes, 8 de junio de 2010

¡GRACIAS por haber escrito este libro! No recuerdo haber leído nunca un canto a la libertad tan directo, tan sincero y tan hermoso como las historias que desgranas, como tú eres, por boca de sus protagonistas. Doucement [dulcemente] nos llevas por las páginas de tu libro de cuento en cuento, bajo el chirimiri de Santiago, o mis cercanos aires bercianos para llegar a un final de esperanza; una esperanza proporcionalmente lógica a la cantidad de Amor que albergan tus personajes.
(Daniel Sanz. León)
Con tus relatos reí, lloré y viajé al mundo ideal. Es un libro mágico y tiene un ingrediente muy importante para los cuentos y novelas: el misterio. Tienes mucha suerte de estar rodeado de personas tan maravillosas, que parecen seres de los mundos utópicos que describes. Me enganché a la lectura y me costó despegarme del libro para volver a la rutina. Me encantó eso de “dejar de hacer pié juntos”. Te deseo muchas lunas de felicidad.
(María E. Cavanas. Madrid)

lunes, 7 de junio de 2010

Bravo, José Luis Temes, por este libro encantador. ¡Eres tú en estado puro! No sé si existe Ita o si en realidad somos todos nosotras, pero si existe, que sepa que es la envidia de muuuuuuchas mujeres. Y nuestra enhorabuena a Rosa, que esa sí existe, porque habéis sido desde hace muchos años un ejemplo para infinitas parejas.

Si alguien me hubiera escrito a mí el segundo cuento, le aseguro que mañana mismo empezaba la quinta luna, y la sexta la séptima… (…) Cuatro de cada cinco jóvenes de mi edad habríamos sido capaces de matar para que alguien hubiera escrito de nosotras esto que el autor dedica a la tal Ita.
Un libro inolvidable. Y formidablemente escrito, desde el punto de vista literario. Eso sí, José Luis, ¡qué huevos le has echado!

Creo que fue el domingo cuando terminé los cuentos. Mi sensación es que sólo hay una ella, que es mezcla de todas. Espero que se cumplan tus deseos y que puedas vivir cada vez más en ALE ITA PODU. Yo creo que todos lo intentamos… pero nuestros miedos se interponen y... bueno que creo que has sido muy valiente al escribir este libro.

Mis mejores deseos también para Vero y sobre todo para Rosa, ya que -no sé si te lo habrán comentado otros lectores- se aprende a quererlas desde ti.

Que las brujas y magos te protejan, que la magia blanca te rodee y que las bendiciones de Noelia te sigan llegando desde donde ella esté.
(M. R. La Coruña)

A la atención de José Luis Temes:  Sólo les veo un pequeño defecto de forma: los dos primeros cuentos son muy diferentes al tercero. Por eso habrá gente que le guste mucho los dos primeros y menos el segundo, o al revés. A mí me han encantado los tres. A lo mejor no pasan a la historia de la literatura, pero es el típico libro que recomendarías sin reservas a cualquier amig@ que te pidiera un libro inolvidable para un finde bajo una parra. Y en la seguridad de que el lunes te llama emocionad@.

(A. O.)
La lectura me ha parecido deliciosa. Muy bien logrado el cambio del escenario realista de los dos primeros, con sus estaciones de tren, de metro, sus calles, sus restaurantes y cafeterías, los estudios de grabación, etc..., al onírico, y no menos real del tercer cuento. Si me apuras, casi me parece mas real el último, por cuanto apela directamente al interior de todos nosotros. Ese cambio hace dinámica la narración.

El primer impulso que tuve al terminar, fue lanzarme a leer el libro de Tomas Moro, que me avergüenzo de decir que no he leído. Si, en cambio tuve que traducir La República de Platón, cuando estudiaba la carrera. Pero entonces, me preocupaba mas de las partes filológicas, que del contenido. Y me ha gustado mucho que hayas extrapolado a la realidad de una ciudad, lo que son sentimientos y actitudes de bondad personales, que de nada sirven si no se comparten. Por eso el libro me parece redondo, como completando un circulo de introspección hacia el exterior. Ya se que es una forma un poco tosca de decirlo, pero no se me ocurre otra (yo no soy como otros, que son escritores).

Muy gracioso el formato cuento, y la constante alusión al mundo infantil, para relatar historias de amor casi postadolescente. Eso, desde la perspectiva de mis 55 años, me transporta al mundo de la ficción total….

(Isabel Pulido. Granada)
Estimado maestro Temes: Comencé leyendo el libro simplemente porque he seguido muchos de sus conciertos y asistido a muchas de sus conferencias, pero no me lo imaginaba a usted escribiendo una novela. Pero conforme me fui metiendo en ella, comprobé que al fin encontraba escrito aquello que durante mis ya muchos años había sido mi pensamiento más oculto: ¿por qué la Humanidad se empeña en crucificar cualquier amor que pueda surgir paralelamente a nuestro matrimonio (bueno, o noviazgo, o lo que los jóvenes quieran llamarlo ahora)?

Si usted me viera hoy, hecha ya casi una viejecita, escribiendo sobre los hombres… Pero yo también fui joven, y luego menos joven. He tenido dos grandes amores en mi vida (dos parejas, como ahora se dice) y los dos quisieron hacer de mí su marioneta. Quizá no lo hicieron con mala intención. Yo sólo les pedí un poquito de libertad, a lo que ningún hombre de orgullo varonil está dispuesto. En el fondo todos los hombres llevan un Otello en su DNI. Y he sido muy infeliz porque ambos me dejaron y ambos prefirieron arruinar mi vida antes que permitirme un tanto así de libertad.

Por eso su libro me ha conmovido. Para quienes nos hacían creer que éramos unas libertinas, o cosas peores, encontrar un alma gemela como usted nos hace recuperar la autoestima. Casi le diría que su libro me ha ayudado a encontrar la paz.

Sé que no puedo pedírselo y que es usted un director de orquesta de fama y estará muy ocupado, pero si quisiera usted hacer feliz a una viejecita, le aseguro que se ganaría el cielo si me pudiera dedicar un cuarto de hora de su vida y pudiéramos quedaros citados un cuarto de hora. Me encantaría conocerle personalmente y estrechar la mano de alguien a quien he aplaudido tantas veces al frente de las orquestas. (…)
¿Una opinión en dos palabras? Ahí va en una docena: uno de los mejores diez cuentos en castellano que he leído en mi vida.
Sin duda me ha gustado más el segundo cuento. Porque la imagen de un hombre sufriendo una verdadera tortura por el sueño del regreso de un amor que nunca se despidió me produce la mayor de las emociones….
Aunque superficialmente parezca lo contrario, entiendo que Tres cuentos para Ita es un emocionante canto a la lealtad y a la fidelidad.
Soy una chica de 19 años, (…) me considero de lo más normal, sólo que hartísima y asqueada del machismo imperante en los tíos de hoy día. Pero al fin he encontrado un libro del que quiero hacer mi Biblia. (…) ¿De verdad que existen esos hombres dispuestos a darlo todo por la fidelidad del amor? Mucho me temo que sólo existan en este libro.
¡Qué delicia, José Luis, qué ternura! Yo ya no lo veré, pero estoy segura que en futuro las relaciones humanas serán así, y los niños del siglo XXII verán citados estos cuentos en las escuelas como los de un visionario.
Para mí, los Tres cuentos para Ita son sencillamente la oración con la que cada día me quisiera acostar; la oración que siempre quisera tener en mis labios:

"
Utopía nuestra, que estas en cada uno de nosotros, haz que todo esto sea real, que todos seamos como los personajes de esos cuentos. Que todos podamos entrar y salir cuando y con quien queramos. Que todo sea así de maravilloso, que todos nos podamos amar de verdad, en libertad, sin mentiras y sin hipocresías, Que Raquel vuelva a enlazar su mano con la de José Luis. Y lo más difícil: que los maridos como el mío puedan algún día entender alguna vez que esta manera de vivir es la más sencilla y la más sincera. O mejor: la única sencilla y la única sincera. Así sea."

Siempre digo que una novela es lo que son sus personajes secundarios: incluso diría que lo que hace grande al Quijote (quizá más aun, si cabe, que sus dos protagonistas) son los centenares de magistrales personajes secundarios que desfilan por sus páginas. Y en este caso, nos enamoran Celia (dulcemente triste), Chema (precioso el detalle de que se reencuentre con Vero ante tus barbas, que has viajado para estar con ella ese día), Rebeca (quizá el personaje que se hace más simpático del “segundo reparto”; se vé que la adoras), la experiente y serena doctora Tudela; el cascarrabias sabio Macaya…

Y un detalle precioso: el personaje mejor parado es el de Rosa, la mujer del autor, a la que aprendemos a adorar de mano del autor… sin que en ningún momento aparezca en la trama.

domingo, 6 de junio de 2010

"José Luis Temes ha elaborado un gran libro, maravillosamente escrito y absolutamente recomendable. Imprescindible para los amantes del género narrativo." Eduardo Jáudenes en "Euronews"

viernes, 4 de junio de 2010

¡Bueno, bueno, qué cosa más preciosa!

José Luis, gracias por tu ternura, por esa sinceridad tuya que pone los pelos de punta. Y gracias por haberte atrevido a dejar escrito lo que para algunos ha sido nuestra ilusión más o menos secreta, por miedo a que nos consideraran unos frívolos. Pero Rosa, tú, yo y otras personas sabemos bien de lo que estamos hablando. ¡Ah!, y odio con todas mis fuerzas a la tal Ita, que se ha llevado la dedicatoria de esta maravilla de libro. Bueno, pero yo sé que en Ita estamos todas las personas que te queremos ¿verdad?

(María José Sánchez. Madrid)
DESENFADADO CORREO DEL COMPOSITOR JOSÉ NIETO, AUTOR DE LA OBRA CUATRO LUNAS, CONSIDERADA POR TÍA OLALLA COMO SEÑAL DEL FIN DE LA CUARTA LUNA:

Mi muy querido amigo. Te escribo este imeil desde Barcelona, a donde acabo de llegar después de un placentero viaje en AVE durante el que he leído (más bien, devorado) dos terceras partes de tus “Cuentos para Ita”. Ya hablaremos más despacio y “en vivo” sobre esta tu aventura literaria que me tiene fascinado. Sí quiero hacer alguna observación (por alusiones), sin esperar a terminar la lectura, sobre el papel que mi... (nuestra) “Cuatro Lunas” ha jugado en la historia, ciertamente extraordinaria, que relatas en los dos primeros cuentos.
En ninguna de las acepciones que del vocablo “Señal” aparecen en el DRAE, incluida la 6ª (“Indicio o muestra inmaterial de algo”) y la 11ª (“Prodigio o cosa extraordinaria y fuera del orden natural”) se aprecia vestigio alguno de que la señal no sea otra cosa mas que una marca provocada por algún acontecimiento pasado o una advertencia, que sirve para mostrar o prevenir algún suceso por venir. Quiero poner énfasis en que una señal no es causa ni origen de acaecimiento alguno, no lo provoca. La señal es inocente, es tan sólo el mensajero sobre quien no se debe descargar la culpa del mensaje que trae. Por eso me ha aliviado en extremo que, en tu relato, hayas aclarado ¡Por fin! Que “Cuatro Lunas” no debe ser declarada culpable de maleficio alguno o de haber ejercido influencia nefasta en tu vida sentimental.
No lo tenía yo muy claro. Gracias por desvelar el misterio.
Un abrazo fuerte, fuerte. Pepe.
Te confieso, José Luis, que debo ser muy raro porque el tema de las parejas y los amoríos nunca me ha atraído demasiado. Supongo que es defecto mío, pero siempre me he sentido ajeno, por ejemplo a las películas de Woody Allen, que a todo el mundo encantan. Pero dicho esto te confieso que he leído tu libro en dos tirones, en menos de 24 horas, y eso me pasa con muy pocos libros. Me enganchó desde la primera línea hasta la última. Por cierto, cuida los laísmos, porque algunos son cuando menos discutibles. Precioso libro, aunque de una temática que a mí interesa poco. Otra cosa: equilibra un poco los personajes: casi todos los masculinos son gilipoyas, y casi todos los femeninos son deliciosos.

(A.S.)

En la solapa del libro se nos invita a dejar una opinión sobre estos cuentos. Pues la mía es sencillísima: tus Tres cuentos para Ita son una delicia, un libro maravilloso en el más ancho sentido de la expresión. Valiente, encantador y emocionante. Con un sentido del humor muy a lo José Luis Temes. Entre los chicos y chicas del tramo de edad con el que yo trabajo en el Instituto haría furor.


(J.H.)

Señor Temes: He reído y he llorado ante sus cuentos como hacía tiempo que no me ocurría ante un papel impreso. Quiero para mí el mundo amoroso que usted describe. Quiero ir en su carro. Por favor, hágame un sitio junto a usted, junto a los que de verdad creemos que las relaciones de pareja NO DEBEN ser jamás posesivas. Porque nadie puede irrogarse el derecho de decir ni a su pareja ni a nadie de quién puede enamorarse y a quién puede o no entregar su cuerpo. No hay mejor antídoto contra el machismo como sus deliciosos Tres cuentos para Ita.

Mi problema, sin embargo, es que estoy segura de que como algún día viera a mi marido con otra, los mataría a los dos.
Me parece un privilegio que nos hagas este tipo de confesiones. No sé por qué los humanos tenemos ese mal hábito de torturarnos. Todos hemos sido Raquel en alguna ocasión y otras tantas hemos sido víctimas. Lo único que puedo decir es ¡bendito tú que aún te quedan lágrimas! Yo sin embargo soy un poco más cínica y disfruto del carpe diem y el "pelillos a la mar", y desde entonces me aprovecha más el rimmel...


El libro es una delicia y ni decirte que [mi hija] y yo nos damos de tortas para leerlo...


(Carmen Moreno. Madrid).

En cualquier otra situación, un libro con una temática sentimental sin pretensiones hubiera aparecido como una burda imitación folletinesca del XIX (en definitiva, un prejuicio) o, como mínimo, un psicodrama terapéutico. Al comenzar estos cuentos, uno tiene una extraña sensación de honradez en la autoría, de verdadera sinceridad con el lector y con el propio autor. Cuando los termina queda claro que José Luis Temes ha dejado el corazón en estas 300 páginas y esto, en tiempos donde la maravillosa superficialidad (tan admirada) ha devastado la profundidad, es un logro, y más viniendo de quien viene.


Mi admirado director da muestras de que él es lo que vemos, con Ita y sin Ita. Nos honra con su extraordinaria integridad humana y agradecemos su admirable valentía.


(Pedro Piquero. Badajoz)


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